Debido a la suspensión de la ruta del CSCGloberTeam, dos de sus componentes, no de los mas habituales, decidieron el ataque por su cuenta a la mítica cima del Gorfolí.... eso si, con salida desde Avilés, que el tiempo parecía no acompañar.
Los planes de la salida se cimentan el sábado por la noche, con pocas probabilidades de que éstos salieran a flote. Para la sorpresa del mas veterano globero, el 100% de los integrantes estaban listos a la hora indicada: 9.30 en Avilés.
El grupo tomo dirección a Trubia. todo carretera hasta Arlos y Villayo, eso si, siempre picando hacia arriba. La conversación era del tipo "a ver si acaba esta cuesta de una vez" "esto de empezar a subir ya así de primeras sin calentar no es nada bueno..." "nos va a caer la del pulpo" "ya esta chispeando" "aquí sentí yo jabalíes otro día que vine"... Vamos, que el camino era bastante ameno, sin forzar la maquina. Eso si, bastantes coches para lo que se podía esperar.
Ya en Villayo, pisamos la arena para afrontar la subida a las antenas. Cruzamos un puente de madera y ya empezamos a mirar para arriba, siempre sin descanso. Algunos piensan que van a caer al río, que lleva mas agua de la esperada. Otros comentan que el camino esta bastante bien arreglado, que no lo recuerdan tan limpio....
El ritmo es lento, sin cebarse, ya que hemos ido a endurecer las piernas un poco. El sol asoma a ratos entre los arboles e ilumina las cuestas arribas que vamos tomando con el zigzag de las curvas en la ascensión. Cada vez se ven mas cerca las antenas. A mitad de camino, parada técnica. Un problema de salud estomacal obliga a la mitad del grupo a bajarse de la bici y evacuar todo el peso que lleva en la mochila. Demasiado aire para parar ahí arriba. Reanudada la marcha, paramos en una bifurcación de caminos por los cuales se puede ir para llegar a la cima. Tomamos el único camino a la cima. Las ultimas cuestas son las que se hacen mas duras, pero una vez arriba, con la satisfacción del deber cumplido, nos comemos el bocata a la vez que quedamos encantados con las vistas de las nieves al fondo. Algunos intentan situar el Santu Firme en el horizonte, siendo imposible. Otros, se dedican a ver el mar mas allá de las costas de Candas, Luanco, Avilés, Piedras Blancas y el Aeropuerto.
Después de las cuatro fotos de rigor, con una pintada al fondo de lo mas sorprendente, iniciamos la bajada. Echamos de menos un par de periódicos. El aire es tan fuerte que nos impide incluso bajar. Bajamos frenados hasta la bifurcación anterior. Eso si, llevamos un frío de la hostia en el cuerpo. Una vez aquí, nos cruzamos con otro globerillo que parece haber subido por donde nosotros iniciamos la bajada: camino de piedras sueltas en el cual debemos usar toda nuestra destreza. Algún repecho que otro mirando hacia arriba y algunos tramos a pie, que las ultimas lluvias y las piedras sueltas hacen imposible la bajada en la "burra".
Los muchos charcos que cruzamos por el camino nos hacen bastante entretenida la bajada. Algunos componentes del grupo hincan la pierna en el barro bajo el charco hasta la rodilla..... otros meten la rueda y han de salir el pie..... gajes del oficio. Incluso, algunos se paran a ajustar los frenos con miedo a una hostia inesperada, debido a la gran humedad que llevamos encima.
Llevamos barro hasta en las orejas, pero vamos mas felices que unos regalices. El tiempo se ha aliado con nosotros. Salimos ya a la carretera de Illas, en la cual nos empieza a llover. Pero tranquilos, estamos en casa. Cuesta abajo por carretera y llegamos a Molleda de Abajo.
Una vez en Villalegre, nos despedimos como siempre, deseándonos una pronta recuperación y una feliz tarde. Ahora toca lo mas duro: Limpiar las bicis.
by Ivanín
1 comentario:
Enhorabuena Campeones, buena ruta y buena crónica!
Para la próxima no se cancela nada!!
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