Bonita ruta, sí señor !!!
Se agradece este tipo de rutas para volver a coger el ritmo, ahora que parece que el Glober está en horas bajas. Esperemos volver a la asiduidad que acostumbramos, y darles el placer que se merecen a las piernas.
La mañana empezaba fría y nebulosa. Los primeros en llegar, Tato e Iván, que fueron de la mano por la autopista, al igual que harían luego toda la ruta, ya que se lo habrían propuesto para hacerla más llevadera y no morir en el intento.
Nadie más en la junta. Se atisban las primeras dudas: "Tato, iremos tú y yo solos ?" se oye por ahí. De éstas, se acerca un lugareño que nos da los buenos días y nos comenta que la mañana esta muy fría para salir en bici. Nos dice un truco: él usa una prenda en la garganta cuando va en moto. Él lo llama braguero. Después de unos ligeros problemas con el portabicis, y los dedos congelados, conseguimos bajar las burras y ponerlas apunto para la ruta. En éstas, llega el tercer integrante del Glober: Fon.
Bienvenido Fon !!! cuánto tiempo sin verte por estos sitios tan temprano !!! Fon viene animado, ansioso por volver a la rutina, y deseando estrenar la maravillosa Revelation que ha montado en su Lapierre. La verdad es que le queda de muerte, y después de tanto tiempo esperándola, había ganas de rodarla. Llega tarde porque a Tomás se le han atragantado los vinos de la noche
anterior, y a ultima hora, ha decidido cancelar la salida. Entretanto, Tato se da cuenta que no tiene casco. A casa a buscarlo. Son las diez, y todavía sin salir. Las piernas están deseando empezar a rodar. En la que Tato va a por el casco a casa, llamamos a Tomás, diciéndole que le da tiempo a venir, cosa que hace sin dudarlo. Las 10.30 y los cuatro estamos dispuestos a salir, y decidimos llamar a Migui, el quinto en discordia, para decirle que empezamos, y ver donde está. Para nuestra sorpresa, Migui ya ha empezado la ruta por su cuenta. Da la vuelta y vuelve al punto de partida. Para sorpresa del resto, viene en bici desde Gijón.... Está hecho un toro.
Por fin, a las 10.45 empezamos la ruta. Después de diversas dudas en los cruces, llegamos a un río en el cual se separan los caminos de ida y vuelta. tomamos el camino de la derecha y empezamos a subir. Senderos muy guapos. Vamos ocultos entre los arboles y apenas vemos la luz del sol, salvo cuando salimos a algún claro en el camino. Las primeras gotas de sudor empiezan a caer por nuestros rostros, pero con el frío que todavía hace, no se hacen notar excesivamente. Nos encontramos a muchos cazadores por el camino. Tienen suelta de faisanes y perdices. Hay que aprender a compartir el campo y saber que no somos los únicos que lo transitamos. Durante los primeros tramos nos manchamos un poco de barro... ¡¡ que serian las rutas sin barro !!! Pero una vez superados los primeros miedos a mancharnos (efectivamente, manchándonos), seguimos como obuses por las sendas y caminos, sin preocuparnos lo más mínimo por él.
Bonitas subidas y bajadas por los alrededores de Noreña. Las piernas empiezan a acusar éste vaivén y en las rampas más duras nos empezamos a descolgar algunos de otros, pero no mucho, por lo cual la ruta se hace amena, ya que vamos todos en grupo. Lógicamente, la inactividad hace estragos. Paramos en un bonito paraje a comer el bocata, en el cuál nos sale a saludar un perro que le acaban de rapar.... Venía un poco avergonzado por ello.
Una vez tomado un poco el sol y hablado de posibles rutas mixtas a organizar, reanudamos la marcha. Después de una bonita bajada, afrontamos la subida más dura del día. Una hormigonada que nos pone a todos en nuestro sitio y llegamos sin aliento al alto, desde donde se divisa hasta el mar. ¡¡ Que guapina ye Asturias !! Después de mucho preguntar por si queda mucho, si es para arriba o para abajo, reanudamos la marcha con muchos ánimos y ganas de llegar hasta el final. Por suerte, tras un tramo de subida por una pista con piedra suelta, empezamos la bajada. Es lo único que nos queda hasta el punto de salida. Parece que Tato lleva prisa por llegar, que tiene mucha hambre, por lo que impone un ritmo infernal en la ultima bajada rápida del día. De repente, tiene que frenar debido a un rebentón en la rueda trasera. ¡¡ Era extraño no tener averías después de lo que nos había pasado por la mañana !! Arreglada la rueda, y después que algún componente se aliviase interiormente en forma de gases, procedemos a finalizar la ruta. Nos quedan 5 kms. Las piernas no están para mucho, así que lo hacemos tranquilamente para llegar relajados. A las 14.30 llegamos al final. Ni en nuestros mejores cálculos, hubiésemos pensado llegar tan temprano.
Una vez cambiados, algunos deciden irse para a casa, que tienen comida familiar. Otros, los más valientes, se atreven a forzar un poco más y se acercan a degustar el maravilloso "Desarme" que nos preparan tan amablemente en una sidrería del lugar. Un lujo merecidamente ganado.
Enhorabuena a todos los participantes, y ánimos a todos los lectores para que se apunten a la siguiente. Mención especial para Tato, que siendo uno de los últimos integrantes en incorporarse, se portó como un jabato por los duros senderos de Noreña.
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Buenas,
El Domingo vamos a repetir la ruta de Noreña.. venga, a animarse!
Salida: A las 9:30h de Noreña.
Lugar: Noreña,
parque de los Riegos.
Dificultad: Media(1000 m de subida acumulada).
Distancia: 30 km.
Ciclabilidad: Sendero y pista.
Duración: 3-4 horas
De los valientes convocados se presenta la plana mayor del Glober Team; Migui, Rubén acompañados de Iván, Raúl, Joaquín y Tomás, éste último inexplicablemente puntual pese a los vinos del día anterior. Iván cumple con su tradicional rito matinal frente al Palacio Valdes-Bazán, nos deleita con unas clases magistrales de arreglo de pinchazo mañanero y finalmente salimos alrededor de las 10 con los primeros rayos de sol calentando el malliot.
El pelotón se adentra entre las calellas de los pueblos, San Roque, Grullos, Murias, etc.., desiertas como si hubiera pasado el mismísimo Belcebú la noche anterior. Ante la mirada atenta de las vacas, ese eterno club de fans, saludamos las primeras rampas, estiramos los músculos y tras ajustar el Gps recordamos que el camino hasta el alto de la degollada no va a ser un paseo de rosas. Y efectivamente, tras pasar Grullos comienzan las primeras rampas de respeto. Tendidas pero largas consiguen estirar el pelotón, al frente Migui, Rubén e Iván abren hueco mientras escalamos la montaña, Abajo a la derecha queda el Nalón serpenteando entre los pueblos.
Comienza a soplar una ligera brisa a favor, las cuestas se alargan y cunde el silencio en el grupo que se rompe en pedazos por el ritmo incansable del dúo del soplao. Parada y fonda! la piernas nos avisan y prudentemente decidimos comer algo. Empiezan los primeros gestos de cansancio entre los que van mas justos. Enfilamos de nuevo hacia la Reigada, cambiando esta vez de loma y nos despedimos del Nalón, que nos volverá a saludar en la vuelta hacia el coche tres horas más tarde. Nos adentramos en el bosque y continuamos la ascensión , más escalonada pero con pocos descansos, mientras al fondo, sentimos las salvas de los cazadores, rompiendo el silencio y recordándonos que una vez más, no estamos solos.Tras un pequeño aperitivo nos reagrupamos y enfilamos un tramo algo técnico que nos acaba por calentar los gemelos. Pasado ésto, el pelotón se reagrupa y cabeceando el viento, ésta vez más fuerte, afrontamos las pistas definitivas de la Reigada, ésta vez con alguna cara desencajada y los músculos más tirantes.
Coronado el alto, el grupo se parte, volviendo unos por la carretera a Grado mientras los incondicionales de siempre se entregan al ultimo cuestón y a una posible reprimenda conyugal por llegar, como no, tarde una vez más. El esfuerzo nos da su recompensa, el cantábrico se extiende a nuestros pies, la costa despejada, coronamos en el picu el Aguila y nos entregamos al esperado descenso como los cosacos al vodka.
N
En la bajada vemos a José, de la Peña La Badana, va entre los 20 primeros, menudo subidón al verlo. Al acabar la bajada otro avituallamiento pequeño, como algo y tiro hasta el avituallamiento grande que está a unos 5 o 6 kilómetros, allí paso por la asistencia mecánica ya que la bici no cambia ni pa atrás.. algo de aceite y un pequeño ajuste y ya por lo menos funciona. Como y bebo y espero a Rubén que llega bastante pálido, síntoma de lo mal que lo paso por el Moral. Aceitamos la cadena, come, bebe y descansa un poco y empezamos la subida larga del día, 17km. Al principio vamos bien, pero al poco Rubén empieza a encontrarse mal y la subida se le convirtió en un verdadero infierno. Vamos a velocidad mínima pero aun así cada pedalada es un infierno. Tras más de tres horas de dura pelea conseguimos llegar arriba con la esperanza de que Rubén recupere en la bajada, pero no fue así, sino que el alto de la Palombera, de unos 2km fue casi la puntilla. Tiro un poco para que vaya a su ritmo y nos vemos después de la bajada. Ya no tiene voz y por la cara parece que adelgazo 5 kilos..
Salimos de Oviedo por el camino de Santiago al Escamplero bastante animados aunque en este punto Iván decide abandonar por carretera por desavenencias gástricas (dejémoslo ahí) y se tira para Avilés. Los demás seguimos a tope por el camino de Santiago hasta cerca de Peñaflor para empezar a subir al área recreativa de la Degollada pasando previamente por la de Bolgues. En la subida nos cogió una buena granizada que hasta llegaba a hacer un poco de daño en las piernas pero la situación era extraña, uno no está acostumbrado a pedalear en esas circunstancias la verdad. Yo diría que hasta fue divertido je je.
Del Gorfolí al Centro Hípico fuimos más o menos rápido (Tal vez empujados por las ganas de llegar). Estamos cerca de casa y lo peor es que sabemos lo que nos espera. Tenemos que superar más de 500 metros de desnivel cuando ya llevamos más de 60 kms. Qué pereza! pero no hay dolor, después de rematar los bocadillos que llevábamos, tiramos hacia Ladines y de aquí para arriba por las pistonas de la cara norte del Naranco hasta alcanzar, casi con los dientes, el Santón. Bien, ya sólo queda bajar para llegar a casa. Aunque, en el último momento decidimos alargar un poco la ruta yendo por la pista finlandesa para "estirar" un poco las piernas. y digo yo, 70 kms no han sido suficientes para estirarlas??? Al final, a eso de las 18:45 llegamos a ciudad Naranco con la sensación de haber hecho algo grande y satisfechos.
Después de la subida del camping noto que las piernas andan "contentas", todavía quedan restos de la ruta del domingo, vamos mal.. Cojo el camino Gijón-Covadonga y para arriba a la primera cima del día: el Curbiellu.. no se por qué me daba que iba a ser lo más fácil..
No soy muy de chocolatón, pero una tableta que llevaba cayo entera, y es que ya son casi las tres. La subida por el cordal está llena de pinos caídos en el camino, algunos esquivables pero otros hay que desmontar.. parece mentira que hace tres meses estuviera perfecta. Se hace durillo el tema hasta llegar a Cuatro Jueces, no recordaba yo que hubiese tanta subida, ya estamos en mil de acumulado.
La siguiente cuesta es ahora la del refugio del Gabio, miro a la trialera de subir pero mi mente decide que las condiciones no son óptimas.. por la pista. Y llegamos a la bajadina.. que ganas!! Configuración de descender: a darle vueltas a la horquilla y a bajar el sillín. La verdad que algunos pinos en medio del camino me chafan un poco el tramo de bosque, pero se disfruta. Luego el tramo de piedras, que aunque a bastante gente no le gusta yo me lo paso pipa.. bajo con precaución: voy sólo, no llevo cámaras, toy cansao.. llego abajo, sonrisita en la cara pero pasando de subir otra vez..
De aquí al Pico San Martín mucho sube y baja, aunque la última es de sube sube. Aquí me hago amigo de perrín.. que majo, si supiera que me lo estaba imaginando con patatines..
